Introducción

El Ayuntamiento de Murcia ha asumido como objetivo fundamental la recuperación de la Huerta de Murcia.

 

La concentración de población en las ciudades, estimada en un 70 % en el ámbito mundial, unido a los problemas de cambio climático que genera nuestro sistema agroalimentario globalizado, nos obligan a plantearnos un nuevo modelo agroalimentario. A esta problemática general, hay que sumarle, la pérdida de las tierras más fértiles en el espacio agrario periurbano que, en el caso de la Huerta de Murcia, se estima en un 46 %. Por otro lado, la sostenibilidad de las ciudades depende, entre otros factores, de la conservación del espacio agrario, de las formas de distribución y consumo de alimentos.

 

Las ciudades, para su subsistencia, dependen hoy día de grandes cantidades de alimentos que recorren distancias kilométricas para llegar a su destino (Amigos de la Tierra 2013). Para Fernández Such1, el 80% de los alimentos de las ciudades proceden de entornos superiores a los 100 km y el 40% de lugares situados a más de 2.000 km. La planificación urbana, que ha resuelto el abastecimiento en la ciudad de agua, energía y otros recursos básicos, no ha incorporado estrategias para facilitar el acceso a la ciudad de los alimentos producidos en su periferia agraria (Montasell y Callau 2015).

 

Ante esta realidad, la FAO, en la Exposición Universal de Milán de 2015, auspició el Pacto de Política Alimentaria Urbana. El pacto fue suscrito por 132 ciudades de todo el mundo, entre las que se encuentran Nueva York, Paris, Londres y, en España, Barcelona, Madrid, Murcia, Valencia, Zaragoza, Málaga, Córdoba, Bilbao, Pamplona y Villanueva de la Calzada.

 

El Pacto de Milán2 constituye un compromiso de los firmantes de “trabajar para desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar comida sana y accesible a todos en un marco de acción basado en el derecho humano a la alimentación, con el fin de reducir los desperdicios de alimentos y preservar la biodiversidad y, al mismo tiempo, mitigar y adaptarse a los efectos de los cambios climáticos”. En diciembre de 2016 se celebró Zaragoza el Congreso Internacional "Caminando hacia una Red Europea de Ciudades por la Agroecología", para poner en marcha los compromisos adquiridos el Pacto de Milán.

 

La Huerta de Murcia, incluida en el Área Metropolitana de Murcia, se está transformando y degradando a un ritmo acelerado, como ocurre en la mayoría de espacios agrarios periurbanos de la Tierra. Entre 1935 y 2012, se ha perdido más del 46 % de la superficie de riego tradicional (Egea Fernández y Egea Sánchez, en prensa), como consecuencia de la presión urbanística y las infraestructuras asociadas. Rompiendo la tendencia actual de degradación y pérdida del espacio agrario podemos evitar su destrucción.

 

Y en este contexto, surge, impulsado por el Ayuntamiento de Murcia el Proyecto Tejiendo Redes cuyo objeto es crear alternativas para mantener la Huerta de Murcia fértil, productiva y sostenible desde el punto de vista socioeconómico, sociocultural y ambiental, con la finalidad de recuperar el control de la seguridad y soberanía alimentaria en el entorno del municipio.

 

ASOCIACIÓN TEJIENDO REDES